Sin categoría
La embocadura perfecta
El flautista vive obsesionado con su sonido y puede llegar a culpar a sus labios de todos los males de los que sufre. "Es que tengo los labios demasiado gruesos...", "es que tengo los labios cortados del frío que hace...", "es que tengo una embocadura espantosa...". Y la verdad es que si miramos los flautistas de primer nivel veremos que…