Amaneció Molingordo en silencio, más del habitual. Llegaron las 9 de la mañana y en el comedor no había nadie. ¿Y los alumnos? Poco a poco fueron apareciendo y a y diez estábamos todos… ¡Demasiada juerga por la noche, me temo! O tal vez, demasiadas emociones; dejémoslo en eso.
A las nueve y media estábamos ya todos fuera con los…